Comenzamos esta sección intentando ofrecer un pequeño curso de tarot, de forma que podamos desarrollar nuestras propias tiradas casi como en una consulta de videncia profesional. Para ello seguiremos una serie de sencillas normas, para que dicha consulta sea de carácter orientativo y nos ayude a tomar algún tipo de decisión ante cualquier contingencia de la vida, siempre y cuando dicho oráculo no afecte a nuestro libre albedrio, y no nos condicione a la hora de tomar una decisión.

El tarot posiblemente sea la forma más popular dentro del amplio mundo de las artes adivinatorias o mancias, en este caso sería cartomancia (adivinación a través de las cartas).

Comenzaremos por el origen, muchos tarotistas no dejan de afirmar que sus principios se remontan al antiguo Egipto; nuevos descubrimientos sitúan estos arquetipos en otras culturas y civilizaciones, las cuales se pierden en el origen de los tiempos. La baraja de tarot se compone de 78 arcanos, es decir, 22 arcanos mayores y 56 arcanos menores, si bien es cierto que por cada arcano mayor se podrían escribir un libro, nosotros lo vamos a desglosar, y sacar una sencilla síntesis, de manera que podamos desarrollar y entender este milenario arte de manera más simple.

Primero, debemos de tener en cuenta que el tarot tiene correspondencia con cualquier cultura o rama filosófica; por ejemplo, hay un tarot astrológico, otro cabalístico, etc., sin olvidar que todas las ordenes esotéricas tenían su propio tarot, y todos le daban su propia interpretación, aunque al referirnos a arquetipos de carácter universal, coinciden las miles de interpretaciones que nos ofrecen estos arcanos. Para terminar esta presentación, recomendar a nuestros amigos y estudiosos de este milenario arte adivinatorio, que lo ideal es comenzar con el tarot Rider, ya que su simbología es quizá la más fácil para iniciar nuestra aventura a través de este apasionante mundo.